lunes, 20 de enero de 2020

Pereza de sentir.

2020, llegó. Enero. Ya casi fines. Enloquezco; tengo que volver a estudiar.
Quizás fui exagerada en mis escritos anteriores, hoy tengo otra perspectiva... pero si su pregunta es: ¿te enamoraste?, lamento (o agradezco) decirles que NO.
Una vez más, soy una vaga emocional, que llena vacíos con hombres que solo pasan por la puerta de mi departamento, nos besamos, abrazamos, nos comemos la peli de ser novios... y chau. Así, tan fácil, como si fuese un picnic; que cada uno comparte algo y chau. Tan rápido. Tan... simple, básico.
Me doy asco. Y cuando hablo de asco, es ese que te das, cuando sabes que estás haciendo las cosas mal, pero seguís haciéndolas; quizás por costumbre, por comodidad, por... quien sabe. Que difícil es salir de la zona de confort. Me da pereza todo. La gente me da pereza.
Y otro viernes más en que suena el celular, me avisa que está abajo, le abro la puerta, subimos juntos el ascensor, intercambiamos besos y palabras (y a veces hasta abrazos); lo hacemos, y chau.
Lo casual. Lo rápido. Una vez más, como hace tres años ya, no me enamoré. Que paja, que pereza darte cuenta que otra vez no era para vos.
Me aburrí.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario